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Del río Okavango al río Chobe

Okavango, Namibia

Franja de Caprivi

Desde el campamento del Parque Nacional de Etosha hasta Divundu, en la Franja de Caprivi, teníamos unos 600 kilómetros que recorrer en nuestro Toyota Hilux alquilado, con tienda en el techo. Desayunamos y recogimos rápido pero no los primeros. Algunos vecinos del camping ya se habían ido cuando nos levantamos, ¡cómo madrugan!

Salimos por la puerta de Namutoni, seguimos por la B1, C42 hasta tomar la B8. Todo el camino iba a ser por carreteras asfaltadas. ¡Qué bien! A los lados vimos pequeños poblados, todos ellos vallados, algunos con otro cercado para el ganado vacuno o caprino, que nos acompañó gran parte del recorrido.

Franja de Caprivi, Namibia
Franja de Caprivi, Namibia

Cada ciertos kilómetros había una escuela; las  iglesias estaban más distanciadas entre ellas y, aún más, los centros de salud. Muchos jóvenes caminaban por el arcén de la carretera llevando sus libros con o sin mochila.

Creemos que es la Namibia más humilde, aunque sí que dispone de servicios básicos. El calor les lleva a aprovechar la sombra de los árboles que había al lado de la carretera, cercanos a los poblados. Gente charlando, puestos de venta de cerámica, naranjas, madera; niños jugando, personas esperando al autobús. Muchos nos saludaban al pasar.

Franja de Caprivi, Namibia
Franja de Caprivi, Namibia

La Franja de Caprivi, ¡qué curiosa la forma que tiene Namibia! Está entre entre Angola, Zambi, Bostwana y tan cerca de Zimbabue. Todo responde a un disparate de la época colonial, en el siglo XIX.

Río Okavango

Así llegamos a Divundu, de ahí al Ngepi Camp, donde estuvimos dos días. Antes de llegar nos quedamos atrapados en la arena que había en un camino que no teníamos que haber cogido.

Enseguida se pararon a ayudarnos, mujeres del poblado y un chófer con un coche gamedrive. Un chaval tuvo la iniciativa de llamar al Ngepi Camp con su móvil, vinieron enseguida y sacaron nuestro Toyota en un momento, utilizando la tracción trasera marcha atrás. Bueno, fuimos el entretenimiento de la población local por un rato.

Al llegar al Ngepi Camp se nos olvidó el incidente al ver nuestra casa en el árbol frente al río Okavango con los hipopótamos frente a nosotros. Cenamos en el restaurante prácticamente a oscuras por un apagón general.

Al día siguiente nos despertaron los cánticos de los pájaros, como una sinfonía. Frente a nosotros, el río y en la otra orilla, el Buffalo Park.

Río Owavango
Río Okavango

Las actividades del Ngepi Camp eran atrayentes, avistamiento de aves, paseos en mokoro, excursiones para ver animales en game drive. Estábamos tan a gusto en ese entorno que decidimos que la mejor actividad iba a ser descansar y disfrutar del lento discurrir del río Okavango desde la hamaca, poniendo el reloj de cara a la pared; sin más, que es mucho; es lo que nos pedía el cuerpo; ya veríamos más animales en otros parques.

Vimos que trabajaban bastantes personas, unas 60 nos dijeron; seguro que viene muy bien este tipo de alojamientos a la economía de la zona.

Kasane

Así pasaron los dos días. Tras nuestro último desayuno frente al río, volvimos a retomar la carretera de la Franja de Caprivi. Primero atravesamos el Parque Nacional Bwabwata, había señales de “peligro elefantes”, pero no encontramos ninguno; vacas y cabras nuevamente.

Llegamos a Katima Mulillo, la capital de Caprivi. Echamos gasolina e hicimos la compra en un supermercado. Se veía mucha actividad.

Estábamos a 55 kilómetros de la frontera con Botswana, Ngoma Bridge, para llegar a Kasane.

En Ngoma Bridge primero rellenamos un documento en la aduana de Namibia, después hicimos lo mismo en la de Botswana. Pagamos 52 pulas con la tarjeta de crédito, nos inspeccionaron el vehículo, la nevera y ya pudimos dirigirnos a Kasane atravesando el Parque Nacional de Chobe. Nuestro alojamiento era el Chobe Safari Lodge, donde estaríamos cuatro días. Los atardeceres eran únicos frete al río Chobe.

El Chobe Safari Lodge está inmerso en el Parque Nacional del Chobe, solo hay una valla que lo separa de la selva, los babuinos entran con facilidad y hay que tener cuidado con ellos; en una ocasión uno de ellos se nos metió en el coche. También hay inofensivos jabalíes y gacelas.

Cataratas Victoria

Desde Kasane es fácil ir a las cataratas Victoria. La excursión que ofrecía el Chobe Safari Lodge era un tanto cara. La reservamos con la agencia Dreams Safari, recomendada por nuestras apreciadas Vipavi.

Río Chobe

El río Chobe nace en Angola y desemboca en el Zambeze. Marca la frontera entre Namibia y Bostwana. El entorno fronterizo es un Parque Natural con selva, sabana e islas llamadas No men’s land: Territorio salvaje, territorio común, territorio que se debe respetar. Hay un islote emplazado justo entre cuatro países, Zambia, Bostwana, Namibia y Zimbabue, que lo hace ser un enclave muy especial.

Una de las actividades más populares es dar un paseo en barca al atardecer por el río Cuando o Chobe. Se puede contratar desde el Lodge o acudir a una agencia como hicimos nosotros. La diferencia estriba en el tipo de barco, más grande el del Lodge y mejor acondicionado en caso de lluvia.

Nosotros compartimos nuestro paseo con un grupo de bostuanos provisto de varias bolsas neveras bien cargadas de bebidas, hielos y demás enseres para pasar una divertida tarde de sábado. Pudimos comprobar que mucha gente elige esta forma de pasar la tarde, algunos incluso llevándose la cena.

Parque Nacional de Chobe
Parque Nacional de Chobe
Parque Nacional de Chobe
Parque Nacional de Chobe

El guía nos explicó todo el entorno del río. Vimos las peculiares hierbas flotantes, los beduinos en manada, los impalas, los cocodrilos fuera del agua, hipopótamos y búfalos.

Rodeamos el islote Sedudu, entre Namibia y Bostwana, un terreno que respetan ambos países, sobre el que hay una consulta en el Tribunal de La Haya debido a la controversia fronteriza.

Alojamiento

Ngepi Camp: Hay cabañas, camping y casas en un árbol. Todas frente al río Okavango. Tiene un bar y restaurante. Su situación es muy agradable y está muy bien cuidado. También hay una piscina en el mismo río, protegida por una plataforma de madera. Organizan excursiones. Totalmente recomendable. http://www.ngepicamp.net/

Chobe Safari Lodge: Hay habitaciones, cabañas y zona de camping. Aunque todo el recinto está muy bien diseñado y atendido, el camping no está a la altura del lugar, las parcelas están poco cuidadas, solo cuentan con un enchufe. Los lavaderos y servicios son compartidos, escasos y precisan más atención. Tiene un estupendo restaurante, piscina y organizan actividades. Todo frente al río Chobe. No estuvimos mal, pero no volveríamos al camping.

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