Habíamos leído que Reikiavik no daba para más de dos días; como todos los lugares, hay que buscarle sus encantos y posibilidades. Para ello, hay que quedarse algunos días. Estos fueron nuestros descubrimientos en cinco días que estuvimos en la capital de Islandia mediante un intercambio de casas.
Sólfar, el Viajero del Sol
El primer día dimos un paseo por la costa de Reikiavik partiendo del Harpa.
Llegamos a la escultura de acero de Jón Gunnar Arnason, el Viajero del Sol. Es un bote que representa una oda al sol y evoca la esperanza.

Es realmente bonita, así lo debían creer también las personas que guardaban su turno para hacerse la foto. El lugar lo merece.
Calles Laugavegur y Skólavörðustígur
Desde el Viajero del Sol llegamos a Laugavegur y Skólavörðustígur, dos calles animadas, con restaurantes y tiendas de artesanía. También hay algunos grafitis dignos de ser fotografiados.


Desde ellas se puede ir hacia el Harpa, hacia el Pond o hacia la catedral luterana.
Centro de Conciertos y Conferencias Harpa
El Harpa es obra del estudio de arquitectura de Henning Larsen. Es un edificio vibrante, tanto por fuera como por dentro.
Conviene verlo iluminado de noche, para ver las luces, que van cambiado de tonalidad. Hicimos una visita guiada muy interesante. Se ven las salas de conciertos donde se aprecia la buena sonoridad que tienen. Es super acogedor y de gran belleza.

Tiene muy buenas vistas a través de sus cristales de formas geométricas. Una parte da al puerto y a un monte, donde se muestra cómo se secaba el bacalao.
Centro de Reikiavik
Callejeando por el centro, entre el Harpa y el lago Tjörnin, El Estanque, se encuentra el parlamento Alþingi, la catedral luterana y la catedral católica de Cristo Rey.


También hay cafés donde comer, pero si se quiere tomar algo rápido, hay que acercarse al puesto callejero Bæjarins Beztu para comer un perrito caliente. Está de muy de moda entre los turistas. Nos encantó, por las mezclas de salsas que le echaron.
Museo Perlan
El Perlan está un poco alejado del centro de Reikiavik, pero hay un autobús que lleva gratuitamente hasta él. Sale en frente del Harpa, caminando escasos metros hacia el Viajero del Sol.
Es un museo sobre los fenómenos geológicos que se han dado en Islandia, terremotos, auroras boreales, movimiento de placas tectónicas. Didáctico e interactivo, incluso se puede entrar en una cueva de hielo.
Muy recomendable para saber más sobre el país. Hay un restaurante con una terraza con vistas panorámicas de 360 grados sobre Reikiavik.
Iglesia Hallgrímskirkja
La iglesia Hallgrímskirkja es de culto luterano y se encuentra al final de la calle Skólavörðustígur. Por su altura parece una catedral. Su forma se asemeja a las formaciones de lava basáltica, que tantas veces habíamos visto en algunos de los paisajes de Islandia.

Se hizo entre 1945-1986. En el interior destaca su órgano con 5275 piezas. Se puede subir a la torre en un ascensor, previo pago.
Seltjarnarnes
La península de Seltjarnarnes está a cuatro kilómetros del centro de Reikiavik. Pasear por ella, al lado del mar, nos permitió divisar las aves yendo hacia el faro.

Alojamiento
Nos alojamos mediante un intercambio de casa en una vivienda de dos plantas en la península de Seltjarnarnes. Nosotros ocupamos la planta baja, mientras que los dueños vivían en la primera. Las ventajas de alojarnos por este medio son muchas y se pueden leer en este enlace.