Llegada a Washington DC
Nuestra estancia en Washington DC fue muy corta, solo un par de días. Veníamos de un viaje por Perú con el añadido de la visita a las cataratas de Iguazú y aprovechamos la escala del avión para conocer un poco la capital de EE. UU.
– ¿A Washington DC? – nos dijo el oficial de la aduana en Houston, al presentarle nuestros pasaportes recién llegados de Lima– ¿Con qué persona habéis quedado allí?
Le miramos con estupor pensando a qué venía eso, hasta que, tras unos segundos, nos preguntó cuál era el motivo de nuestra visita. Una vez sellado el pasaporte y de haber puesto nuestra huella, de nuevo, entrábamos en los Estados Unidos con el beneplácito del señor agente aduanero que, entre risotadas, se despedía de nosotros diciendo: «¡Dad recuerdos a Obama! «No nos dejan de sorprender las aduanas de los Estados Unidos.

De Houston volamos a Washington DC sin contratiempos y, una vez allí, fue fácil ir en metro hasta el centro, donde teníamos alquilado un apartamento muy bien situado.
Qué ver en Washington DC en dos días
Washington DC es la ciudad perfecta para pasear e ir encontrando museos, zonas verdes y los archiconocidos memoriales, monumentos conmemorativos construidos en homenaje a personas ilustres y a los combatientes en guerras.
Hay edificios importantes, sedes de embajadas y también muchos turistas. Eso es lo que define a esta urbe, tantas veces usada como escenario cinematográfico. Es una ciudad diseñada expresamente para ser la capital de la nación, siguiendo patrones neoclásicos europeos y simboliza la genuina forma americana de entender la democracia.

Vamos a relatar lo que vimos en esta ciudad durante un par días , de forma que pueda servir de breve guía. De seguro que hay mucho más que ver.
La Casa Blanca
No podía ser menos, empezamos nuestro recorrido dirigiéndonos primero a la Casa Blanca, la que habíamos visto en tantísimas películas. Esta residencia oficial de los presidentes de EE. UU. es una de las viviendas más conocidas del mundo. Se terminó de construir en 1800 y el primer presidente en habitarla fue Thomas Jefferson.
El adjetivo “Blanca” le hace justicia. Se debe a que es de piedra arenisca y a la pintura que necesita para su mantenimiento.

Seguro que también es la casa mejor protegida del mundo, aunque estando nosotros allí, no lo parecía, por la cantidad de turistas que había en la verja, no tan lejos de la entrada. Incluso en la parte de atrás, había gente jugando al golf.
La Esplanada Nacional
El National Mall, o Esplanada Nacional, es un gran parque que va desde el Monumento a George Washington hasta el Capitolio.
Es un lugar amplio y verde donde se ve a gente pasear y hacer deporte. A los lados hay varios museos, como la National Gallery of Art y el Smitsonian National Museum.

El Capitolio
El Capitolio es visible fácilmente desde muchos puntos ya que está en lo alto de una colina, en el barrio Capitol Hill. En él se albergan las dos cámaras del Congreso de EE. UU. Es de estilo neoclásico y, como la Casa Blanca, se terminó en 1800. Se puede visitar acudiendo primero al centro de visitantes.

Detrás del él está la Biblioteca del Congreso.
Los museos
Lo más importante que hay que saber es que los museos en Washington DC son gratis. En un viaje de dos días no da tiempo a visitarlos todos. Elegimos la National Gallery of Art, donde pasamos unas horas. Se puede caminar por esta espectacular pinacoteca y sentarse frente a obras de Picasso, Leonardo da Vinci, Rembrandt, El Greco, Degas, Manet, Monet, Van Gogh, entre otros.

Los Memoriales
Es una visita imprescindible, en los Memoriales está parte de la historia reciente de EE. UU.
Se puede empezar por el Memorial de la II Guerra Mundial y dirigirse después hacia Tidal Basin, una ensenada del río Potomac, donde se pasea entre cerezos. Desde allí hay una buena vista del Monumento a Thomas Jefferson.

Se puede seguir hacia el Martin Luther King Memorial. De camino al Monumento a Lincoln te encuentras con el Korean War Veteran´s Memorial. Imponen las estatuas de los soldados en posición de avance hacia una incursión bélica.

La estatua de Lincoln impresiona por su dimensión y la serenidad en los rasgos de su cara. Detrás de él están esculpidas las palabras: “En este templo y en el corazón de las personas para quienes él salvó la Union, la memoria de Abraham Lincoln está consagrada para siempre”. Es casi obligado sentarse mirando hacia el frente hasta alcanzar el Capitolio al fondo.

Cerca está el Vietnam Veteran´s Memorial. Sobrecoge ver la cantidad de nombres de soldados caídos en dicha guerra.
Esta fue nuestra visita de dos días a Washington DC, una ciudad que nos gustó y a la que no nos importaría volver.