Parecía que no queríamos que acabara nuestra vuelta al mundo, que nos resistíamos a que terminara. Así, antes de regresar, hicimos una escala de un día en Basilea, Suiza; aunque el hotel que habíamos reservado, el Adagio Access Saint Louis Bâle, estaba en St. Louis, Francia www.accorhotels.com, aunque solo fuera por escasos metros. Dicho hotel es bastante recomendable, tiene cocina y está muy bien comunicado con Basilea y el aeropuerto, además de ser mucho más barato que en Suiza.
Nos gustó pasear por esta ciudad llena de historia: los romanos se asentaron aquí en el 45 a.C., en la Edad Media hubo un concilio de la Iglesia, Erasmo de Rotterdam estuvo por aquí cuando la ciudad era el centro de la imprenta; en Basilea se creó la primera universidad de Suiza en 1460 y durante la industrialización se crearon fábricas farmacéuticas y químicas, dicha industria sigue en la actualidad.
Pero había que volver y nuestra vuelta al mundo acabó físicamente al cabo de casi ocho meses de haberla empezado, 212 días exactamente. ¡Habíamos cumplido un sueño! La llegada a casa nos resultó muy extraña, a veces no acertábamos a coger un vaso en el armario habitual y al despertarnos creíamos que estábamos en otro lugar.
En una vuelta al mundo hay muchas vueltas, a los países y lugares conocidos se une la vuelta familiar, la de pareja, la personal, la pedagógica, la económica, etc. Son muchas las conclusiones que hemos ido sacando, por decir algunas: con la familia siempre puedes contar, muchos amigos siempre están ahí, se puede ganar menos y vivir más, se puede aprender de otra forma, se puede viajar ahorrando dinero al compartir casa y charlas con otras personas de otros países con cultura y religiones diferentes.
La vuelta continúa dentro de nosotros como no queriendo poner la palabra “fin». Sabemos que esta vuelta es el viaje de los viajes, tal vez irrepetible y esperamos que nos sirva en la actualidad para llevar el día a día, transportándonos mentalmente a lugares vividos en los momentos duros. También deseamos que haya sido una experiencia de vida para nuestras hijas y que la recuerden toda su vida como algo vital; tal vez todas las enseñanzas necesarias para vivir han estado en esta vuelta, seguro que las irán redescubriendo a lo largo de su vida porque se volverán a encontrar con la generosidad, con la diversidad, con la tolerancia, con la belleza, con la riqueza y la pobreza.
Muchas personas nos peguntan qué nos ha gustado más, aunque es muy difícil establecer comparaciones y preferencias porque hemos pisado glaciares en verano, montañas con sequoias enormes y arenas en playas paradisiacas en los dos hemisferios; pero sí que os podemos decir que nada nos ha defraudado y que lo mejor sí que lo tenemos claro: LA GENTE QUE HEMOS CONOCIDO.