Fira, en Santorini, Grecia, nos pareció precioso, tiene muchas tiendas curiosas, y tiene vistas de la caldera desde lo alto con casas blancas y algunas de otro color.
Santorini
El hotel, Antonia Aparments, estaba comunicado con los apartamentos, la habitación era grande con una pequeña cocina, una terraza con vistas al mar, una bonita piscina y muy cerca del centro de Fira.
Una de nuestras mejores actividades fue bajar andando hasta el puerto y luego subir en burro al pueblo. Regateamos un poco y, de 5 euros a cada uno, nos lo dejaron a 4 euros . Desde el burro las vistas eran muy buenas.

Subida del puerto a Fira
Lo de ir en burro es algo que hacen casi todos los turistas que van a Santorini. El día que lo hicimos nosotros estaba repleto de estudiantes españoles, que venían con muchos más turistas en un crucero que les había dejado en el puerto de Fira por la mañana, para subir a la ciudad en burro o en teleférico y a eso de las seis y media de la tarde ya estaban de vuelta en el crucero.
Los restaurantes a donde fuimos nos los habían recomendado en el hotel, uno de ellos se llamaba Mamma’s House, tenían una comida muy buena. En autobús fuimos a Oia, para ver la puesta de sol y el pueblo que era un poco diferente a Fira pues tenía las casas más adentradas a la roca. Había muchos turistas, sobre todo chinos y japoneses. Paseamos por el pueblo y después nos fuimos al castillo para ver la puesta de sol. Cuando el sol se puso la mayoría de los turistas regresamos a Fira en autobús repleto de gente.

Fira, Santorini
Al día siguiente por la mañana fuimos a Akrotiri, para ver los restos de una civilización de la Edad del Bronce, parecida a la Minoica de Creta y a la del resto de las Cícladas . Algunas de las cerámicas y pinturas que se han encontrado se hallan en el Museo de Fira aunque otras las han llevado al Museo Arqueológico de Atenas. Se podían ver muchos restos de las paredes y el pavimento de la ciudad y aún siguen excavando a ¡5 metros bajo tierra!!

Akrotiri
Después de ver Akrotiri fuimos andando a la Playa Roja. La playa es muy impresionante: la arena es negra con algunos granitos rojos y la roca que la bordea por atrás es completamente roja. De regreso en Fira estuvimos paseando por la ciudad y ¡qué cambio! : no había casi nadie porque todos los turistas del día anterior ya se habían ido. Nos quedamos viendo el atardecer en frente del volcán, era todo un regalo para los ojos.

Playa Roja
En Fira el último día antes de irnos visitamos el Museo Prehistórico para ver los hallazgos de Akrotiri: vasijas curiosas, estatuas pequeñas, pinturas que había en las paredes… Las pinturas más sorprendentes eran unos murales donde unos monos saltaban de rama en rama. Tuvo que haberlos pintado alguien que los había visto en la realidad por lo que se supone que los habitantes de esta isla mantenían relaciones con países lejanos y que eran una potencia marítima. Después de ver el museo, cogimos el Flying Cat para ir a Mykonos. Santorini nos había gustado mucho, sobretodo los atardeceres.
Mykonos
Llegamos a Mykonos a nuestra villa en Sofia Village. En Mykonos hay que callejear por el pueblo. Hay muchas calles estrechas y pequeñas, las casas son todas blancas con forma de cubo y también tienen escaleras, todas de distintos colores, que dan a la entrada de la casa.

Callejando por Mykonos
También está la pequeña Venecia, los cinco molinos al lado del mar y la iglesia Paraportiani.

Pequeña Venecia, Mykonos

Iglesia Paraportiani
En Mykonos hay unos pelícanos rosas muy grandes, que caminan muyyyy despacio.
El siguiente día fue el cumpleaños de Marisol, así que eligió ella lo que íbamos a hacer: pasear por la costa viendo playas, descansar en Sophia Village, comer y cenar en un restaurante; no todos los días alguien de Burgos cumple años en una isla.
Vuelta al mundo 2011/12