Al entrar en la casa de nuestros nuevos anfitriones sentimos que nos introducíamos en el museo de su vida. Íbamos a estar entre libros y vinos en el Valle de Napa, California; concretamente en Davis. Tienen objetos por todas partes, parece que no tiran nada, pero cada objeto tiene su lugar.
Encuentras palillos para comida oriental, periódicos apilados, libros por todas partes, conchas de mar, casitas al lado del piano, vajillas, fotos, tazas,… Al principio te abruma tanto espacio ocupado, pero te vas acostumbrando y piensas en la importancia que deben tener cada uno de los objetos. Nunca habíamos visto una casa así. Ya nos lo habían advertido sus hijos, la familia con la que estuvimos en Yakama.

Nuestra casa en Davis
Nos fueron a buscar a Davis, de donde habíamos llegado en bus desde el aeropuerto de Sacramento, antes en avión desde Portland, donde nuestros anteriores anfitriones nos habían llevado al aeropuerto.
Nada más llegar ya nos propusieron unos juegos con monedas. Por la noche habían invitado a una chica joven que ha estudiado música y que les ayuda en su coral.
El Valle de Napa
Al día siguiente nos llevaron al Valle de Napa para ver los famosos viñedos. Unos pocos kilómetros antes de llegar a Santa Helena se pueden ver, a ambos lados de la carretera, bodegas, a las cuales puedes entrar a catar vinos. Primero entramos en Robert Mondavi, no probamos ningún vino porque era carísimo, pero pasear viendo los viñedos fue muy agradable y alivió un poco el calor.

Entrada a la bodega Robert Mondavi
Después visitamos la bodega Rubicon State, del director de cine Francis Ford Coppola. Él se la compró al capitán finlandés Gustave Niebaum porque tenía el sueño de reunir en un mismo lugar a escritores, artistas, en un lugar creativo común. Parece ser que le costó lo que ganó con la película El Padrino; por cierto, ahí estaba uno de los Óscar, le tuvimos a un centímetro de nuestras narices, sólo nos separaba un cristal. Los alrededores de la bodega y la casa eran de una tranquilidad total. Pero… ¡tampoco tomamos nada!

Bodega Rubicon State

Un Oscar a nuestro alcance

En la casa de Francis Ford Coppola
La tercera bodega que vimos fue la de Charles Krug, ellos fueron de los primeros en establecerse en este valle y empezar a plantar viñedos, allá por los primeros tiempos, hacia el 1750. Aquí sí que probamos sus vinos, nos gustaron mucho, incluso a esas horas y sin comer.
La última bodega fue Beringer. Sus alrededores también eran muy relajantes, nos contentamos con pasearlos.

Jardines de la bodega Beringer
Visitando la Junior High School Da Vinci
En Davis está la Universidad de California y tiene un dinámico ambiente de estudiantes, ellos se mueven en bicicleta por la ciudad, de su residencia al campus.
Aunque ya nos manejábamos en esta casa tan llena con los recuerdos de sus moradores, nos tuvimos que ir. Pero antes, por la mañana, visitamos la Junior High School Da Vinci.
Una alumna y una administrativa de dicha escuela nos la enseñaron. A ella acuden chicos y chicas de entre 12 y 15 años que quieren tener un nivel algo más elevado que sus compañeros de la misma edad. Para ello, según vimos y nos contaron, reciben una enseñanza más práctica basada en la realización de presentaciones que tienen que exponer al resto de la clase. Al preguntarles por las tareas y los exámenes nos ponían caras raras; la tareas suelen ser preparar los trabajos, los cuales sirven para evaluarles cuando los exponen adecuadamente; “Los exámenes, ¿para qué?”, nos dijo una profesora, si después se olvida lo aprendido. Estamos totalmente de acuerdo: la investigación, la práctica y la comunicación es lo que vale.
La Junior High School Da Vinci son tres barracones dentro de otra Junior High School, con la que comparten el aula de Música, las instalaciones deportivas y lugares comunes. En ésta última entramos en una clase de inmersión en español; se defendían bien en nuestro idioma. Nos hizo gracia ver cómo, para cambiar de actividad, decían todos a la vez: “un, dos, tres y ¡olé!”

En clase de Español
También nos contaron que, una vez al mes, hacen una fiesta con baile, en la cual tiene que haber algún profesor.
Hablando de todo ello e, inevitablemente, comparándolo con nuestro, mayormente, memorístico sistema español, cogimos un coche alquilado para dirigirnos al Parque Nacional de Yosemite.
Vuelta al Mundo 2011/12