Sin duda Nantes tiene mucho que ver, pero también en sus alrededores hay lugares de la Bretaña francesa con mucho encanto, tanto en el interior como en la costa, al lado de buenas playas.
PUEBLOS DE INTERIOR
Rochefort-en-Terre
Rochefort-en-Terre es una localidad muy agradable para pasear, con calles típicas bien conservadas. Es pequeño y se llena de turistas, pero aún así, no pierde nada de su encanto. Las flores de sus balcones y ventanas aportan ese punto de atractivo.
Hay muchas tiendas y lugares donde comer, otro aliciente más para el visitante.
Es recomendable subir a su castillo, del siglo XII, para apreciar el pueblo desde un poco más arriba.
Tal vez sea Rochefort-en-Terre una de las localidades más bonitas de Francia; pero es que hay tantas!
Josselin
Aunque Josselin no sea uno de los pueblos con mayor encanto, merece la pena acercarse. Tiene unas casas típicas bretonas de entramado de madera en la plaza, al lado de la iglesia; en este área se concentra su barrio medieval. La vista desde el río Oust hacia el castillo no hay que perdérsela.

Castillo de Josselin
En su casco antiguo está el castillo, siglo XII y de estilo gótico flamígero.
Malestroit
Malestroit, muy relajante el paseo que nos dimos a lo largo del canal. También tiene algunas casas bretonas.

Paseando por Malestroit
La Gacilly
La Gacilly nos sorprendió con una exposición al aire libre de fotografías de varios autores en un formato grande. Le dan al pueblo una distinción especial donde lo antiguo y lo nuevo encajan perfectamente. Se debe recorrer la calle principal, donde hay numerosos talleres artesanos, hasta el río Aff.

Fotografía gigante en La Gacilly
Clisson
Clisson nos sorprendió. En primer lugar porque no había mucha gente y se podía pasear con tranquilidad, segundo porque parece un pueblo de Italia. Hay unas buenas vistas desde el puente sobre río Sèvre.

La caminata hasta el parque Garenne Lemont, con sus estatuas romanas y la mansión, donde había una exposición de Eric Fonenea, es muy recomendable. De ahí se puede seguir caminando hasta llegar al castillo, siglo XII-XV. En el centro está mercado cubierto del siglo XV.
Clisson es un lugar para no perderse.
PUEBLOS DE LA COSTA
Guerande
Guerande conserva las murallas que se construyeron en el siglo XV para defenderse de las invasiones que sufrían. Se entra por cualquiera de las cuatro puertas, y, ya dentro del recinto fortificado, con sus casas de entramado de madera, hay un ambiente medieval.
Cerca de Guerande están las Salinas, donde la recogida de sal se hace desde hace siglos de forma artesanal; en el siglo XV muchos barcos la exportaban ya.

Recogiendo la sal cerca de Guerande
Le Croisic
Le Croisic es un pueblo pesquero que se puede recorrer muy bien hasta llegar el puerto. Hay bastante actividad turística, pero no pierde su atractivo.
De ahí nos fuimos a la playa de La Baule, enorme y llena de gente; ¡parece que a todos los franceses se les había ocurrido lo mismo que a nosotros!
Pornic
Pornic está enclavado en una ría donde hay un castillo, desde el que hay un camino a lo largo de la costa hasta una playa con unas buenas vistas. De Pornic fuimos hasta la playa de La Fontaine Aux Bretons. Desde ella se puede ir, de nuevo por un camino al lado de la costa, hasta el dolmen Du Pedráire.

Pornic
Son todos pequeños pueblos, distintos, pero con algo en común: es muy agradable pasearlos, ya sea al lado del mar o de un río. Si te sientas a saborear una sidra de la Bretaña, mucho mejor.