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Helsinki, una ciudad de libro

Helsinki

Habíamos leído que Helsinki no merecía mucho; cada cual tiene sus preferencias pero, en cambio, a nosotros nos gustó mucho. Solamente por ver la Biblioteca Oodi ya merece la pena ir; frente a ella el Parlamento y, muy cerca, el Lago Töölönlahti. Además, se puede ir a Suomenlinna en barco para conocer el pequeño archipiélago.

Helsinki
Biblioteca Oodi

Cómo llegar a Helsinki desde San Petersburgo

Después de pasar las 72 horas de visa FREE en San Petersburgo, volvimos a Helsinki. Llegamos a primera hora al puerto y aunque hay tranvías que acercan en poco tiempo al centro de la ciudad, pedimos un Uber, que resultó ser también taxi. En algunos lugares, coinciden los dos sistemas de transporte.

Qué ver en Helsinki

Biblioteca Oodi

Si en esta biblioteca no entran ganas de leer, difícil será en otras. La Biblioteca Oodi es absolutamente fabulosa y de una belleza descomunal por lo sencillo de sus líneas.

En la entrada hay una cafetería y un espacio diáfano enorme. Nos llamó la atención el diseño de los servicios que convierte un acto banal en toda una experiencia por la novedosa distribución de sus elementos.

Helsinki
Biblioteca Oodi, planta superior

Nos encontramos con un concepto diferente de biblioteca, un lugar donde encontrar equipos a disponibilidad del público, como impresoras 3D o máquinas de coser y salas de estudio o reunión de distintos tamaños.

En el último piso está la sala de lectura y préstamo de libros, todo robotizado pero sin quitarle al lector la satisfacción de curiosear entre las estanterías.

La vista desde la terraza es estupenda, frente al Parlamento. En este nivel también está la sección de libros infantiles, donde vimos a bastantes padres y madres leyendo libros a los más pequeños.

Esta biblioteca se ha abierto hace poco. Parece que todo cabe en ella y que está abierta a todo el mundo. Dio la casualidad que la seguíamos viendo desde la ventana de nuestra habitación en el hotel Holiday Inn Helsinki City Centre.

Parlamento

El edificio del Parlamento de Helsinki destaca por sus altas columnas de granito rojo claro. Se inauguró en 1931. Entre los dos edificios hay un gran espacio abierto desde donde pasear hacia el Lago Töölönlahti o hacia la estación de trenes y autobuses.

Helsinki
Biblioteca Oodi y Parlamento

Lago Töölönlahti

Este lago está en plena ciudad, un lugar excelente para disfrutar de un paseo en un entorno verde. Seguimos nuestra ruta hacia el Museo Nacional y a la Iglesia de Roca o Temppeliaukion Kirkko, en la calle Lutherinkatu. Se inauguró en 1969. Es una iglesia luterana excavada en la roca. Según supimos, su buena acústica la hace ideal para conciertos.

Centro de Helsinki

Helsinki se puede visitar andando pues las distancias no son grandes. Además, es una saludable manera de conocer una ciudad y fijarse en los detalles de la arquitectura Art Noveau. Aleksanterinkatu y Pohjoisesplanadi son calles del centro, llenas de comercios y restaurantes, donde pasa el tranvía, un elemento que da a Helsinki un encanto de otro tiempo. Un buen recorrido circular para ver todo el centro puede ser ir desde la estación de trenes hasta la Plaza del Senado, donde está la catedral luterana, de allí seguir hasta la Catedral ortodoxa Uspenski y luego al puerto, para volver hacia la estación de trenes de nuevo. Es el que hicimos nosotros desviándonos por algunas calles.

Helsinki
Centro de Helsinki

Catedral de Helsinki

Caminando hacia el embarcadero para ir a Suomenlinna desde el centro, se pasa por la plaza del Senado, donde se encuentra la Catedral de Helsinki, de culto luterano. Nos la encontramos caminando por Aleksanterinkatu hacia el puerto.

Helsinki
Catedral de Helsinki

Está en un alto y es visible desde muchos puntos de la ciudad. Su cúpula verde y las cuatro pequeñas son inconfundibles. Se construyó entre los años 1830-1852. Entramos a verla por dentro y destaca por su sencillez.

Catedral Uspenski, ortodoxa

Muy cerca de la Catedral de Helsinki está la Catedral Ortodoxa Uspenski, también en un alto, prácticamente frente al puerto. Se construyó entre 1862-1868 con ladrillo rojo. También se puede ver por dentro, al contrario que la catedral luterana, en esta la decoración es la típica de las iglesias y catedrales ortodoxas.

A los pies de la Catedral Uspenski hay un mercado y zona de pequeños restaurantes frente a una parte del puerto.

Helsinki
Muelle de Helsinki. con la Catedral ortodoxa a la derecha y la luterana a la izquierda

Suomenlinna

Para ir a Soumenlinna hay que coger un ferry en el puerto, cerca de la Catedral Ortodoxa Uspenski. Nos costó 5 € y se tarda unos quince minutos llegar. Hay amplitud de horarios que permiten ida y vuelta en el día.

Soumenlinna era una fortaleza insular durante los siglos XVIII y XIX, época en la que Finlandia era parte de Suecia. Nada más bajar del ferry hay una oficina de turismo que proporciona mapas con los posibles itinerarios.

Helsinki
Soumenlinna

Soumenlinna es Patrimonio Cultural de la Humanidad. Recorrer este lugar sirve para conocer una isla donde viven unas 800 personas en la actualidad y también adentrarse en su pasado, a través de sus fortificaciones.

Hay museos, restaurantes y tiendas. Hicimos una pausa en el Café Vanille, nada más pasar el arco después del muelle.

Cuando regresamos a Helsinki quisimos visitar un viejo mercado, de 1888, reconvertido en bares y tiendas de artesanía, el Vannha Kauppahalli. Como estaba ya cerrado volvimos al día siguiente por la mañana; es del estilo de los antiguos mercados restaurados al gusto de hoy, intentando conjugar lo viejo y lo nuevo.

Helsinki
Mercado Vannha Kauppahalli

Alojamiento

Holiday Inn Helsinki City Centre: está en pleno centro, entre la estación de trenes y autobuses y la biblioteca Oodi. Habitaciones de buen tamaño y limpias. El hall es agradable, así como el espacio donde se encuentra el restaurante. El desayuno estaba incluido en el precio, fue de tipo bufé, muy variado y sabroso. Totalmente recomendable.