Sin duda alguna, Salamanca es una ciudad para disfrutar. Su excelente patrimonio cultural consigue que te sumerjas fácilmente en su historia y te sientas cual estudiante de su conocida Universidad, como un personaje de la Celestina o del Lazarillo de Tormes. Gusta el exterior de los edificios y enamoran sus calles. Sin embargo, no te conformes con eso y visítalos por dentro. Vas a gozar.
La asociación de Travel Bloggers de Castilla y León, a la que pertenecemos, fue invitada por la concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Salamanca a conocer a fondo esta singular ciudad a través de un blogtrip. Mucho fue lo que visitamos, más lo que descubrimos y disfrutamos.
No hay excusa para que no ir, la oferta Salamanca 2×1 ayuda: se paga una noche y se están dos, más una actividad cultural gratis.
Calles con historia
Seguramente lo primero que se nos viene a la cabeza junto a la palabra “Salamanca” es “universidad”. Probablemente junto a “universidad” nos vienen nombres como Antonio de Nebrija (siglo XV), Francisco de Vitoria (siglo XVI), Fray Luis de León (siglo XVI) o Miguel de Unamuno (siglo XX).
La Universidad de Salamanca es lo más conocido de la ciudad, pero por todo su casco histórico hay palacios, mansiones, conventos e iglesias que, junto a la Catedral, hacen que merezca la pena caminar por las calles peatonales, flanqueadas por edificios con fachadas de piedra, de aspecto uniforme. Salamanca es una ciudad que conserva su sabor del pasado.
Salamanca es para pasearla, dejar las prisas e ir por sus calles encontrando todo lo que las piedras de los lugares que encontramos nos cuentan. Empezamos.
Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Salamanca es, sin duda, el centro de la vida salmantina. De hecho, en ella quedábamos con nuestra estupenda guía, Carmen Ingelmo, debajo del reloj. Así que aquí empieza nuestro recorrido.
Esta plaza es de las más bonitas de España. Se construyó entre los años 1729 y 1755, por orden de Felipe V. Es de estilo churrigueresco dado que la proyectó Alberto de Churriguera. El ayuntamiento fue realizado por Andrés García de Quiñones.
Su estructura parece cuadrada, pero realmente es un cuadrilátero trapezoidal. El propio Miguel de Unamuno la describió como un “cuadrilátero irregular, pero asombrosamente armónico”.

Es una plaza porticada con arcos de medio punto, alrededor se observan medallones de personajes históricos. En 1935 fue declarada Monumento Nacional y en 1973 Monumento-Artístico. El Ayuntamiento se encuentra en el Pabellón Consistorial, en él nos recibieron y pudimos salir al balcón para apreciarla mejor.
Por la Plaza Mayor corretean niños
Se hacen selfis los turistas
Dos estudiantes se hacen guiños
Una guía da algunas pistas.
Calle la Compañía
Continuamos por la calle de la Compañía; no es larga, pero no tiene desperdicio, además de estar considerada como una de las calles más bellas de España. También en ella se han rodado secuencias de algunas películas; por ejemplo, “Mientras dure la guerra”, de Alejandro Amenábar; “Los fantasmas de Goya”, de Milos Forman o “Still Star Crossed”.
En la calle de la Compañía también está la iglesia de San Benito, las Torres de la Clerecía y la Casa de las Conchas.
Salamanca en bici
Nuestra guía, Carmen Ingelmo, nos llevó a Bikecicletas, calle Traviesa 18. Allí escogimos una adecuada a nuestras necesidades para hacer un recorrido por Salamanca. El dueño fue muy amable y nos fue orientando sobre la bici que habíamos escogido.
Partimos de esta céntrica tienda de alquileres y reparación de bicis hacia la Casa de los Abarca, el paseo que lleva a la estatua de Nebrija, facultad de Ciencias, un mirador donde se veía el cerro de San Vicente, la Casa de las magnolias, la Catedral y el Huerto de Calisto y Melibea.

Huerto de Calisto y Melibea
Muy cerca de la Casa Museo Lis y de las Catedrales está el pequeño jardín llamado Huerto de Calisto y Melibea. Mientras se pasea por él es fácil imaginar que aquí pudo tener el encuentro de los dos amantes protagonistas de la afamada obra de teatro La Celestina, 1502.
Hoy es jardín, pero era huerto cuando Fernando de Rojas era estudiante en la Universidad de Salamanca y escribió su novela.
Bajamos hacia el puente romano y a la antigua iglesia de San Nicolás, pasamos al lado del Museo de Automoción y del lugar donde queda soterrada la Casa de la Anatomía, donde en el siglo XV se hacían ya disecciones de cuerpo de seres humanos.
Puente romano
Es uno de los símbolos de la ciudad. Construido en el siglo I se caracteriza por su robustez. Es el escenario de muchas historias reales y ficticias. Por él pasamos en nuestro recorrido en bici para ver las excelentes vistas de Salamanca desde el otro lado del Tormes y para distanciarse del ajetreo de la ciudad.
Yacimiento Arqueológico del Cerro de San Vicente
Camino del Cerro de San Vicente pasamos por Fonseca, un lugar excepcional para alojarse y comer a precio razonable y quedar como un rey, según un compañero salmantino. El Yacimiento Arqueológico alberga los orígenes de la ciudad de Salamanca, un pequeño núcleo de población en la Vía de la Plata. Tenía todo lo necesario: un río, era estratégicamente defendible y estaba una ruta comercial. Se están encontrando cerámica vidriada (fayenza) de la Edad del Hierro que proceden de una cultura del Mediterráneo oriental.
El emplazamiento se queda pequeño en el siglo IV antes de Cristo y se traslada al cerro de las Catedrales. En época medieval se construye un convento que será convertido en colegio en el siglo XVI y como cuartel francés durante la guerra de la Independencia.
Salamanca en globo
Nos queda pendiente un paseo en globo en Salamanca con Siempre en las nubes. No pudo ser realizad durante este blogtrip de octubre, pues amaneció el día con bastante niebla. Así tenemos un buen motivo para volver.
Universidad de Salamanca
Por la fachada de la Universidad de Salamanca, USAL, presidida por la estatua de Fray Luis de León, pasan, sin duda, todas las personas que visitan esta ciudad. Se las ve mirando hacia arriba en busca de la rana.

Salamanca está unida a su universidad, su población crece durante el curso académico y en verano con estudiantes que quieren aprender español. No en vano la Universidad de Salamanca es la más antigua de España. Se fundó en el año 1218 por el Rey Alfonso IX.
Nuestra guía nos enseñó las diversas dependencias del claustro. Vimos aulas donde antes se daban clases y ahora se celebran actos de la Universidad. Emociona entrar en el aula donde Fray Luis de León, después de pasar varios años en prisión, y donde se cree que dijo su famosa frase “como decíamos ayer”. Esta aula sorprende por los asientos de madera que se conservan, oír las clases en esos bancos sin respaldo no debería de ser muy cómodo para los estudiantes de entonces.

Subiendo las escaleras nos fijamos en las escenas que hay en ellas, muestran la vida de los estudiantes; parece que no se lo pasaban mal.
Saliendo del claustro, a la espalda de la estatua de Fray Luis de León, están las Escuelas Menores. Se empezó a construir en 1428, en ellas se estudiaba Bachillerato, título previo para acceder a los estudios universitarios.
Catedrales de Salamanca
Dos catedrales, la nueva gótica- renacentista-barroca y la antigua románica. Nos invitan a descubrirla con una visita nocturna que empieza en lo que eran las mazmorras medievales. Personas perseguidas por la ley también se acogían allí a sagrado y podían pasar hasta dos meses a esperar que se aclarara su caso. En ese espacio estrecho podían convivir hasta 30 personas.

Empezamos a subir, desde la Sala del Alcaide vimos el retablo gótico de Delli, seguimos ascendiendo y salimos de la catedral nueva a la Terraza de la Torre Mocha. Desde allí se aprecia muy bien el conjunto románico, su particular alineación.
Subimos hasta el triforio, donde disfrutamos de un juego de luz y sonido. Más adelante volvimos a salir por la Pasarela a la Torre de Gallo para tener, nuevamente, unas estupendas vistas de Salamanca de noche.

Cada sala, pasillo, terraza o recodo es motivo para hablar de historia, de arte, de fe. Los símbolos, las creencias y el conocimiento han hecho que este conjunto catedralicio sea así.
Casa de las Conchas
Probablemente este edificio de finales del siglo XV, con sus más de 300 conchas en su fachada, es de los más conocidos de Salamanca. También destacan las rejas de las ventanas del primer piso y el escudo de los Maldonado con cinco flores de lis.
Hoy en día es la Biblioteca Pública de Salamanca. Para saber más ver este enlace. En un lado de su exterior está la estatua de Francisco Salinas, siglo XVI, músico burgalés que fue alumno y profesor de la Universidad de Salamanca.
Pedro Maldonado Pimentel, hijo de Rodrigo y Juana, fue caudillo comunero en la Batalla de Villalar.
Palacio de Monterrey
En la Plaza de Monterrey está el palacio del mismo nombre que se construyó en los siglos XV y XVI por el III conde de Monterrey, don Alonso de Zúñiga. Es de estilo renacentista y plateresco. Ha creado estilo y ha servido de modelo a otros edificios civiles.
Posteriormente, en el siglo XVII, forma parte de la Casa de Alba, VIII condesa de Monterrey, con don Francisco Álvarez de Toledo y Silva.
Su planta es alargada. Si se quiere visitar:
Palacio de Monterrey – Casa de Alba | Salamanca, España | Home
Linda con él la iglesia de la Purísima con un famoso retablo en el que destaca el cuadro de la Inmaculada Concepción, de José de Ribera. Esta iglesia la mandó construir el conde de Monterrey y forma parte del convento de las Agustinas.
Convento de San Esteban
La fachada plateresca del Convento de San Esteban es otra de las imágenes muy conocidas de Salamanca. El convento pertenece a la Orden de los Predicadores o Dominicos, se construyó entre los siglos XVI y XVII, de estilo plateresco. En este recorrido por Salamanca solo lo vimos por fuera.

Como curiosidad histórica, Cristóbal Colón vino aquí para buscar financiación para su viaje a las Indias ya que el prior del convento, Fray Diego de Deza, era el confesor de la reina Isabel la Católica.
Torres de la Clerecía
Hay que detenerse en las Torres de la Clerecía, sobre todo si va a atardecer pues las vistas son espléndidas. Nos lo va a permitir su Escalera al Cielo, Scala Coeli.
Este edificio es hoy la Universidad Pontificia de Salamanca, antes fue el Colegio Real de la Compañía de Jesús, donde se formaban los jesuitas que después iban a las colonias españolas de América.
Empezamos a subir y pudimos ver, desde un balcón, el interior de la iglesia con su retablo barroco.
Después seguimos por la Escalera del Campanero hasta arriba, donde la panorámica de Salamanca es fabulosa.

Museo del Pozo de Nieve
El Pozo de Nieve fue construido en el siglo XVIII como parte del antiguo Convento de San Andrés, conocido como el Escorial salmantino por su gran tamaño.
Su función era la de almacenar y conservar la nieve, que era transportada hasta aquí desde las Sierras de Francia y de Béjar, y convertida en hielo para darle distintos usos: para helados o sorbetes, como conservante o con fines terapéuticos y medicinales.
Este pozo tiene una profundidad de más de 7 metros y está cubierto por una bóveda de pizarra.

Las galerías del convento de San Andrés también son muy singulares. Son una red de pasillos y salas abovedados que posiblemente se usaran como bodegas hasta el siglo XIX.
Casa Lis
Todo queda cerca en Salamanca, andar por sus calles entre tanto qué ver es una auténtica gozada. Así llegamos, en un momento, a la Casa Museo Lis; ya la conocíamos de anteriores visitas a Salamanca, pero esta vez fue en compañía de nuestra guía, Carmen Ingelmo, y además se nos permitió hacer fotos.

Este palacete lo mandó construir el empresario Miguel de Lis al final del siglo XIX, la utilizó como vivienda, más tarde pasó algunos años de abandono hasta que se recuperó como sede del Museo Art Nouveau y Art Déco. Lo visitamos adentrándonos en las diversas estancias que albergan muchas piezas que donó el anticuario Manuel Ramos Andrade. Encontramos una exquisita colección de vidrio y criselefantinas. También había muñecas, piezas de joyería y muebles.
Por la noche contemplamos la iluminación de la fachada norte de esta casa modernista de estilo Art Nouveau donde se encuentra la puerta de acceso y se aprecia el desnivel que hay hasta la planta principal.

Alojamiento
Hotel Ikonic, plaza Mercado, 16. Es un hotel muy céntrico moderno, perfecto para hacer turismo urbano de fin de semana. Tiene habitaciones muy tranquilas y muy buen desayuno.
Gastronomía
Nos sorprendió la gastronomía salmantina. Los restaurantes nos ofrecieron platos deliciosos y nos hicieron disfrutar con productos de primera.
Restaurante Oroviejo, plaza de san Benito, 5 @oroviejorest
Jeta en teja al horno de leña
Croquetas de chipirón y carabinero
Pulpo a la brasa con emulsión de chimichurri y algas
Huevo poché con tira de panceta con setas de temporada y verduritas
Risotto con foie de pato y trufa de temporada
Centro de Innovación Gastronómica de Salamanca, plaza Sexmeros.
Fue una verdadera lección de gastronomía. Aprendimos sobre embutidos, quesos, la morcilla y el farinato: Las dos se hacen con pan candeal o sobado, como decimos en Burgos.
Crema de morcilla con rosquilla.
Patatas revolconas
Garbanzos con carrillera.
Los quesos emocionan, con leche de oveja de Castilla y León. El 60 por ciento se exporta al exterior.
Los vinos que degustamos fueron de DEHESA DE ITUERO
Restaurante Azogue Viejo, plaza de la Libertad, 11.
Se define como restaurante de cocina estacional.
Trucha con verduras a la brasa
Lechazo confitado
Garbanzos con setas y boletus
Restaurante Lilicook Vermuteria, plaza Sexmeros, 7
Alcachofa confitada con papada de ibérico.
Corvina con pilpil verde y verduritas
Cabecero de lomo confitado