Valladolid, en Yucatán, es una ciudad colonial que merece una visita al menos de tres días para verla sin prisas. Un atractivo que le añade interés es estar cerca de las zonas arqueológicas de Ek Balam, con su cenote X´Canché, y de Chichén Itzá. No olvidamos otros cenotes que también están cerca de Valladolid como Suytun o Ik kil.
Llegar desde Tulum
Como de costumbre en Yucatán, tomamos un autobús ADO, 150 MXN por persona desde Tulum hasta Valladolid; en hora y media llegamos a la terminal de esta ciudad colonial, en pleno centro. En la estación hay consigna de equipaje, nos vino muy bien el día que dejamos esta ciudad.
Valladolid
La primera impresión de nos dio Valladolid fue de regresar a otro tiempo, al pasado colonial; es un gran cambio viniendo de Tulum. Ya las primeras calles saliendo de la estación de autobuses eran cuadrangulares, algunas de colores y llenas de actividad comercial. Muchas mujeres visten el blanco huipil, con coloridos bordados. El maya es el idioma que más se oye cuando hablan entre locales.
Free tour en Valladolid
Para realizar este free tour hay que inscribirse en la Oficina de Turismo del Ayuntamiento, en la plaza, con el Parque Francisco Cantón Rosado en medio.
Para empezar nos enseñaron los murales del primer piso del Ayuntamiento, de Manuel Lizama Salazar, donde están representados las diversas etapas de la historia de Méjico: prehispánica, Conquista española, guerra de Castas y el inicio de la revolución mejicana, que empezó en Valladolid; no en vano a Valladolid se la denomina «ciudad cuatro veces heroica». Se fundó en el lugar en que está ahora debido a que fue un asentamiento donde fue la gente huyendo de una epidemia.
Seguimos la visita en la plaza, para ver por fuera la Catedral. En ese lugar hubo una pirámide maya que fue derribada para hacer la Iglesia de San Servacio. Nos contaron que la antigua iglesia se destruyó porque había sido profanada, al ser asesinado en ella un alcalde tirano por parte de los indígenas. Se construyó la actual Catedral con la puerta mirando al norte, mientras que antes estaba hacia el oeste, como todas las iglesias del Yucatán.

Después anduvimos por la Calzada de los Frailes, la calle más bonita de Valladolid, con numerosas casas señoriales, ahora muchas de ellas son cafés y tiendas. Desemboca en el Convento de San Bernardino de Siena, que perteneció a los franciscanos. También albergó a tropas españolas, que antes de regresar vencidos a España tiraron al cenote las armas pesadas para que no fueran usadas por el pueblo contra los españoles que se quedaban.
Video maping sobre el Convento de San Bernardino de Siena
Por la noche regresamos al convento para ver una proyección sobre sus paredes de un montaje de luz y sonido. Primero le hacen en español, después en inglés. Nos gustó mucho, tanto que volvimos al día siguiente; pero no pudimos verlo por la lluvia que cayó.

Ek Balam y cenote X´Canché
La zona arqueológica de Ek Balam está relativamente cerca de Valladolid. Nos resultó muy fácil llegar: hay que tomar los colectivos que están en la calle 37; los conductores, con camisa azul clara, se ponen en el cruce de esta calle con la 44.
Como ya había dos personas en la cola nos montamos enseguida en uno, el precio es 50 MXN por persona y tardamos en llegar una media hora. Nos dejaron en el parking de las ruinas; antes, comimos unos tacos de carne seca en “La Palpita”, frente al parking; no vimos tal nombre, pero el conductor nos dijo que así se llamaba.
El precio de la entrada a la zona arqueológica de Ek Balam nos dejó un tanto de lado, 423 MXN; comparado con los que habíamos pagado hasta ahora nos pareció bastante caro. Nos dijeron que es el gobierno del estado de Yucatán el que pone el precio.

Las ruinas mayas de Ek Balam son pequeñas, pero muy interesantes. En ellas vimos más detalles tallados en algunos frisos y en estatuas.
Al entrar hay varias estructuras en lo que era la muralla defensiva. Seguido hay un juego de pelota, pero sin los aros. Un poco más allá está la pirámide, a la cual se puede subir bastante bien, en la mitad de la subida hay dos plataformas a las que se puede acceder para ver las paredes con dibujos mayas restaurados. Ya en la cima se disfruta una buena vista.

Nos llevó una hora y media verlo todo con detenimiento. Así que nos dio tiempo a ir al cenote X´Canché, a poco menos de dos kilómetros. Esta vez montamos en un carrito y por 150 MXN por persona nos llevaron y nos trajeron, la entrada estaba incluida en el precio; suelta vale 70 MXN por persona.
El cenote X´Canché es digno de ver. Es totalmente circular. Sus aguas son un tanto azules, según por donde se mire. La profundidad es de unos 30 metros. Se puede bañar en él, hay chalecos, tirolinas. Se ven peces, nos dijeron que es el pez gato. Estuvo bien visitarlo, apenas había gente. De ahí volvimos a Valladolid en colectivo.

Cenotes cerca de Valladolid
Cerca de Valladolid hay muchos cenotes, es imposible verlos todos en pocos días. Así que tuvimos que seleccionar de acuerdo al tiempo que teníamos.
Visitamos el cenote Suytun; es muy turístico, pero no masificado como el cenote Ik kil cerca de Chichén Itzá. El precio es de 120 MXN por persona, hay que ir en taxi ya que no hay colectivos. El taxi nos esperó y nos costó 250 MXN en total.

Para acceder a Suytun hay que bajar un poco antes de encontrar una vista mágica: un rayo de luz alcanzando un punto del agua y en el medio una pequeña península donde había unos chicos cantando y bailando una danza a modo de ritual maya; esto último sobraba, pero tampoco nos estorbó. Resultaba más extraño las personas que nadaban con su chaleco naranja, totalmente necesario.
En el mismo Valladolid, muy cerca del centro, está el cenote Zací; vale 30 MXN por persona. Es un cenote abierto y nos gustó mucho, un buen lugar para bañarse o estar un rato contemplándole. Hay un restaurante.

Chichén Itzá
Visitar Chichén Itzá desde Valladolid es bastante fácil debido a su cercanía. Nosotros fuimos en uno de los colectivos que salen a unos metros más allá de la terminal de autobuses; pero todo lo contamos en nuestra entrada de Chichén Itzá y el cenote Ik kil.
Comer en Valladolid
Valladolid está lleno de lugares para comer. En una esquina de la plaza del parque Francisco Cantón Rosado está el restaurante Las Campanas. Nos gustó tanto la primera vez que estuvimos cenando que volvimos en dos ocasiones más. Tiene buena decoración y variedad de platos, además de una buena vista de la Catedral y música en directo.
Alojamiento
Casa Valladolid Hotel Boutique: muy céntrico, en la calle 44. Tiene muchos detalles y el trato del personal es muy amable. Tiene piscina, aunque pequeña. El desayuno estaba incluido, las habitaciones eran grandes y confortables. Totalmente recomendable.