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Hurtigruten, un barco para conocer la costa noruega

Hjørundfjorden

Habíamos oído hablar de la posibilidad de recorrer la costa Noruega con el barco Hurtigruten, así que a la hora de planificar este viaje no lo dudamos y contratamos el viaje desde Bergen a Kirkenes con parada en las Islas Lofoten. No nos equivocamos.

Historia del Hurtiguten

Antes de ser lo que es hoy era un modo rápido de llevar el correo a las lejanas ciudades del Norte de Noruega. Desde los años 90 es además y principalmente un modo placentero de viajar. Ha unido varios conceptos en uno: el servicio postal, el transporte de pasajeros y el turismo cultural, pues se proporciona conocimiento geográfico, geológico, histórico…

Lleva una tripulación experimentada y polivalente. Tratan a los pasajeros como si fuéramos congresistas y a la vez con mucha cordialidad cuando el momento lo requiere. Se reciben avisos en noruego, inglés y alemán de todo lo que acontece en el barco pero muchas de las personas que trabajan saben también español. No dudan en preguntar de dónde eres si sospechan que hablas español y entablan conversación.

Hurtigruten Costa Noruega
Hurtigruten Costa Noruega

La ruta Bergen-Kirkenes, y viceversa, la realizan varios barcos Hurtigruten; nos tocó el Midnatsol,  es formidable por dentro y por fuera. No es de grande como los cruceros pues navega por fiordos estrechos pero tiene un mobiliario muy cuidado, varios comedores, servicios, sauna, jakuzzi en la cubierta de arriba. Aparte de las excursiones que organiza que resultan caras para nuestros bolsillos, no encuentro más que alabanzas para este barco. Algo más que un crucero al uso.

Al entrar nos dieron la Cruise Card, una tarjeta en la que te van anotando todos los gastos que vas haciendo, así no hay que pagar cada vez, sino al final. En ella también se refleja el régimen de comidas que se hayan contratado.

Cómo contratar un trayecto Hurtigruten

Cualquiera de los barcos que hacen la ruta de Norte a Sur o de Sur a Norte se pueden coger en el puerto que se quiera, bajarse unos días y volverle a coger, o no. La ruta se la planifica cada cual.

Para ello es mejor ir directamente a la página web de Hurtigruten en Noruega, no en España, donde nos dijeron que solo se podía coger todo el trayecto, además de darnos un precio más alto. El enlace que utilizamos es:https://www.hurtigruten.no/havn-til-havn/ y el correo electrónico es: uk.sales@hurtigruten.com

Un día cualquiera a bordo

Un barco Hurtiguten no es un crucero, bajan y suben personas en cada puerto. Ver la costa es ya un buen aliciente, pero siempre hay actividades que se pueden realizar si se quiere, algunas son gratuitas, como las charlas; sin embargo otras son caras, como las excursiones cuando se ha llegado a un puerto, algunas se pueden realizar por tu cuenta.

Hjørundfjorden
Hjørundfjorden

Podríamos establecer un horario de un día cualquiera:

8:00 Despertarse en un fiordo o frente a la costa.

9:00 Desayuno con vistas. Hay de todo y algo más. Cada día el cocinero nos prepara algo distinto para los que nos guste la variedad. Lo mejor, las mermeladas. Los pancakes, las tortitas… de todo.

10:00 Paseo por la cubierta 6 rodeando el barco.

12:00 Conferencia que dan sobre el origen de relieve de la costa, los vikingos, la cultura sami, leyendas populares… Dependiendo de la procedencia de los pasajeros son en inglés o en alemán.

13:00 Mirar las vistas sentado desde las cubiertas 8 y 9.

15:00 Jacuzzi entre montañas.

16:00 Café en la biblioteca con vistas panorámicas.

18:00 Paseo por una ciudad del recorrido.

19:30 Despedida desde la cubierta de arriba, la octava.

20:00 Cena: hay un Bistró, económico para lo que es Noruega; un restaurante con buffet,  hay de todo.

22:00 Cielo estrellado y deseo de ver de aurora boreal, avisan por la noche si las hay. Todos los avisos los recibes en cualquier lugar del barco y en la habitación mediante el altavoz del teléfono.

Nuestro recorrido en el Hurtigruten

Primer día: BergenÅlesund – Hjørundfjorden – Urke

Embarcamos en Bergen, una ciudad que nos gustó. En el relato Unas horas en Bergen lo contamos.

Ålesund tiene 45.000 habitantes, conocida por la arquitectura Art Nouveau.

El Art Nouveau se caracteriza por los tejados cónicos y las torres en las esquinas de los edificios, la ornamentación en las fachadas. Ålesund fue devastada por el fuego y reconstruida según la moda de la época.

Alesund
Alesund

Realizar una visita guiada es una de las actividades que oferta el Hurtigruten; es cara, así que la hicimos por nuestra cuenta. La ciudad es pequeña, pero interesante en cuanto a la arquitectura Art Noveau.

Nada más pasar Ålesund nos adentramos en el fiordo Hjørundfjorden. Pronto van apareciendo pequeños agrupamientos de casas en un paisaje verdaderamente hermoso hasta Urke, donde paramos casi tres horas que aprovechamos para estar en el jacuzzi admirando el paraje.

Por la noche, ya en el barco, había cielo estrellado, buen presagio para ver auroras boreales. Así fue, nos avisaron por el teléfono, nos levantamos y nos vestimos rápidamente y subimos a la cubierta 8. Allí vimos por primera vez las famosas luces del norte: una nebulosa verdosa horizontal que se desplazaba y cambiaba de color hasta que llegaba a desvanecerse. Un capricho de la naturaleza.

Segundo día: Trondheim – Faro Kjeungskjaer – Estrecho de Stoksund

Trondheim es una de las ciudades más antiguas de Noruega donde se puede conocer la arquitectura propia. Tiene unos puentes antiguos que cruzan un canal con casas típicas a ambos lados.

La iglesia de Santa María tiene una entrada impactante; la parte que está bajo el coro de madera es una especie de cafetería-albergue donde tomar un tentempié. Las señoras que atendían lo hacían con dedicación y el personal que acudía parecía necesitar algo más que un almuerzo.

Catedral de Trondheim
Catedral de Trondheim

Impactantes también las pinturas expuestas de Halcon Gullvag, hechas tras su viaje a Palestina. Recordaban un poco las pinturas negras de Goya. Asombran por su técnica y por su fuerte expresión.

La Catedral: Rodeada por el exterior es románica y gótica pero tiene partes muy nuevas. La fachada principal es imponente por la cantidad de esculturas. Es fundamental ver también el interior, que resulta extraordinario por ser la versión nórdica del románico y gótico que estamos acostumbrados a ver en el sur de Europa.

Dentro hay unos paneles interactivos donde te enteras bien de las fases de construcción y de las muchas veces que se ha quemado y reconstruido.

El uso que dan a los edificios religiosos nos ha llamado la atención. En la Catedral había un colegio entero preparando una representación coral o teatral, con el consiguiente ruido que puede hacer.

Seguimos hasta el Puente Gamle Bybro desde donde se pueden ver las casas de colores a ambos lados.

Old town
Trondheim

El día soleado ayudó a disfrutar del paseo por Trondhein. El rincón más bonito es el puente.

El Faro Kjeungskjaer es una de las fotografías más conocidas de Noruega. Primero lo vimos en la lejanía, después pasamos al lado de él hasta que se perdió en la lejanía. Es curioso ver un faro en medio del mar.

Este faro es del 1880. Parece de madera, pero es de piedra y pintado de color rojo.

Más tarde se pasó por el Estrecho de Stoksund, donde el barco tuvo que ir más despacio y maniobrar bien para pasarle.

Faro Kjeungskjaer
Faro Kjeungskjaer

Tercer día: Círculo Polar Ártico – Bodø

Por la mañana nos avisaron de que se iba a pasar por el paralelo de latitud 66º 33 ‘ 52’ ‘ Norte, coordenadas que marcan el Círculo Polar Ártico; donde, según qué época, la luz solar dura todo el día o hay 24 horas de noche.

Más adelante se hizo en cubierta una especie de “ceremonia” por pasar dichas coordenadas: Neptuno echaba cubitos de hielo por la espalda a quien quisiera participar y les invitaban a un trago.

El mayor atractivo de Bodø es su cercanía para ver los remolinos de Saltstraumen, debido a que ahí se encuentran las corrientes más fuertes del mundo. El barco Hurtiguten tiene parada en esta ciudad para verlo, pero no fuimos y dimos un paseo por la primera ciudad que se encuentra al traspasar el Círculo Polar Ártico.

Bodø no tiene nada en especial, la ciudad fue bombardeada y destruida por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, así que todo lo que se ve es nuevo. Tiene una calle un tanto más principal, Storgata, con comercios y algún café que dan al puerto, para nosotros la mejor parte de la ciudad.

La Catedral de Bodø con su campanario separado es uno de sus atractivos; pero nos gustó más la parte del puerto con una biblioteca frente a él.

Bodo
Catedral de Bodo

Por la noche se llegó a las Islas Lofoten, la silueta de sus montañas las íbamos viendo desde hace un rato.

Primero para en Stamsund y después en Svolvær, donde nos bajamos para pasar unos días. En otro relato diferente contamos nuestros días en las Islas Lofoten.

Cuarto día: Svolvær – Unos días en las Islas Lofoten

Svolvær
Svolvær

Quinto día: Tromsø

Después de nuestra estupenda estancia en las Islas Lofoten volvimos a embarcarnos en el Hurtigruten con una aventura de por medio.

El barco que teníamos que coger, MS Lofoten, se le estropeó el motor y no pudo venir a Svolvær. Nos escribieron y hablamos con el barco enseguida, había otro para el día siguiente. Así que cogimos una noche en el hotel Scandic Svolvær y a esperar un día con el corazón en un puño.

Al día siguiente no hubo más percances y cogimos el MS Richard With, nombre del fundador de Hurtigruten.

Ya de noche, después de pasar por el estrecho de Raftsundet, el destino nos recompensó y volvimos a ver auroras boreales desde la cubierta y desde la propia habitación. No dejan de maravillarnos.

Por la tarde paramos en Tromsø. En principio parece una ciudad que no tiene mucho que ver, pero al recorrer las calles del centro vimos casas de madera de colores que le dan una buena apariencia.

Tromso
Tromso

También vimos la Catedral del Ártico, de líneas sencillas, rectas y con una buena vidriera. Se accede por un puente de 1020 metros. Seguido está el funicular para tener una vista general, pero no fuimos.

En la otra parte está la prelatura Católica, es de madera; la biblioteca, tiendas y restaurantes.

Sexto día: Honningsvåg, Cabo Norte

Finnkirka
Finnkirka

Llegamos a Honningsvåg, ya en el Cabo Norte. Esta ciudad es un lugar de acceso hasta el punto más septentrional del hemisferio Norte, 71 º 10´ 21′ ‘, aunque en realidad es otro no accesible.

Algo se nos pasó que no pudimos ir. Las excursiones que organizaba el Hurtigruten eran muy caras, pero una vez allí vimos que había otra forma un poco más económica mediante autobuses que parten al lado de la oficina de turismo.

Por una u otra causa no nos enteramos y no pudimos ir, estaban todos los autobuses llenos. Así que, con una primera sensación de frustación que se fue pasando, nos dedicamos a dar un paseo por el pueblo y entrar en el museo, el cual resultó muy interesante.

Esta dedicado a la importancia de la pesca en Honningsvåg y, gran parte del mismo, a la ocupación nazi que tuvo lugar en 1941 para llevar armas hacia Kirkenes; los aliados bombardearon la ciudad en varias ocasiones, el del 14 de julio de 1942 causó mucho destrozos a las casas y víctimas alemanas y noruegas.

En el 1944 miles de habitantes de Honningsvåg y su zona tuvieron que huir o refugiarse en cuevas hasta que pudieron volver

Honningsvåg
Honningsvåg

Séptimo día: Kirkeness

Ya estábamos más al norte y se nota, las montañas ya tienen algo de nieve y el frío va calando.

Los paisajes siguen siendo hermosos y vimos manadas de ciervos corriendo por la orilla.

El barco hizo una parada en Vadsø, era temprano y un rato, aún de mañana, llegamos a Kirkenes, donde un autobús nos llevó directamente al aeropuerto para coger un vuelo a Oslo.

Norte de Noruega
Magerosundet

Aquí acabó nuestra experiencia en el barco Hurtigruten; nuestra valoración es muy buena por la calidad del recorrido, tanto personal como paisajística.

Lo que aprendimos en algunas conferencias

La costa noruega

El barco no se separa de la costa noruega. El relieve es tan peculiar aquí por el efecto de sucesivas glaciaciones sobre lo que en principio era una meseta. El hielo ha erosionado lenta y profundamente excavando laderas, creando valles y arrastrado arenas y piedras formando las morrenas. La superficie moldeada por el glaciar está dentro y fuera del mar.

Ahora Noruega esta experimentando un deshielo que da lugar a que lentamente emerja más superficie, una vez eliminado el peso del hielo. Esto ha pasado ya varias veces en la historia de la Tierra.

 ¿Qué tiene de especial este momento entonces? Se necesita equilibrio. El glaciar se deshiela durante el verano y se vuelve a congelar en invierno. Pero hay una parte que no se vuelve a congelar. Esa parte aumenta desproporcionadamente y cada año lo hace  más deprisa. Algo está desequilibrando la balanza y acelerando el proceso: el calentamiento global.

El mayor entretenimiento del viajero del viajero del Hurtugruten es observar los efectos de la erosión glaciar en la costa noruega. Eso sí, con el aliciente añadido de estar en un jacuzzi en cubierta, o en la sauna del Midnatsol, o desayunando en el comedor, o tomando algo en cualquiera de los salones. Las opciones son múltiples y todas apetecibles.

Círculo Polar Ártico
66º 33′ 52 ‘ ‘ en Noruega

En la costa hay también estrechas llanuras, el enclave ideal para establecerse la población, con agua abundante, prados para el ganado, el mar que permite la navegación y un clima favorable por la corriente cálida del golfo. Si no fuera por ella la vida no sería tan fácil en estas latitudes.

Ver como el barco llega a puerto desde la proa es otro de los atractivos de navegar en el Hurtigruten. Tanto como verlo alejarse de la ciudad recién conocida.

Los vikingos

En este entorno creció la cultura nórdica basada en poblaciones establecidas en pequeñas entradas del mar con forma de V, llamadas Vik.

En esa época una parte muy pequeña de la población de Noruega, Dinamarca, Suecia e Islandia,  un 2%, se dedicó a tomar parte en expediciones en las que saqueaban ciudades. La motivación que tenían era obtener bienes, para comprar una tierra o establecerse como artesanos o comerciantes en su pueblo.

Meløy, Noruega
Meløy, Noruega

También para mejorar su posición social, ya que la sociedad vikinga era muy rígida. Necesitaban obtener rápidamente joyas, dinero o esclavos, todo aquello que les proporcionara beneficio. Esto explica sus incursiones rápidas y devastadoras. Esa fue la causa de que aterrorizaran a la población de toda Europa en la llamada Era Vikinga.

Esta época tuvo fin cuando Olav, un vikingo, llegó a Noruega con el propósito de convertirla al cristianismo. Ahí cambió el curso de la historia y terminó una época violenta. Sin embargo, quedaron los conocimientos que son la base de toda la cultura nórdica: la navegación, el textil y el trabajo de la madera.

Los noruegos se saben descendientes de los antiguos vikingos y reconocen los grandes avances en navegación y artesanía que lograron, como también afirma que aquella etapa de su historia se puede comparar con el terrorismo islámico hoy en día: Una forma de regirse una sociedad que empuja a hacer cosas terribles.

Cultura nórdica

Hoy se aprecia muy bien la cultura nórdica en Islandia, Islas Feroe, Noruega, Suecia y Dinamarca. Sentido práctico, forma directa de comunicarse, rapidez a la hora de reaccionar son rasgos característicos. Duermen con edredón individual de funda blanca. Madera, metal, hormigón, piedra sirven para construir y para hacer esculturas, su gran afición.

En el barco Hurtigruten había una exposición del aventurero Thor Heyerdahl. Nos gustó lo que leímos que dijo: “¿Fronteras? Nunca he visto una. Pero he oído que existen en las mentes de algunas personas”