Recorrer las calles de La Antigua, Guatemala, es retroceder a la época colonial española: trazado urbano rectilíneo, calles empedradas, casonas de una planta, enrejados en las ventanas, patios interiores, conventos, iglesias que estuvieron activas hasta el terremoto de 1773.
Cómo llegar a La Antigua desde Panajachel
En Quetzaltenango, Adrenalina Tours, Pasaje Enríquez, habíamos reservado transporte para ir desde Panajachel a La Antigua. Nos costó 100 quetzales por persona. Tardamos unas dos horas y cuarto, buena carretera.
Una ciudad con mucha historia
La Antigua fue la primera capital de Centroamérica. Sus calles empedradas y sus iglesias, conventos, monasterios, así como sus casonas, muestran la época colonial hispánica, en 1979 fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

La Antigua fue fundada en 1543 y se la conocía con el nombre de Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala. El terremoto de 1773 la destruyó casi totalmente.
¿Cómo ocurrió este hecho? Hernán Cortés, en compañía de un gran grupo de españoles entró a tierras mexicanas; allí envió a uno de sus capitanes –Pedro de Alvarado- para explorar y conquistar el territorio que se encontraba más al Sur. El conquistador llegó a tierras mayas con un ejército de españoles y aliados guerreros de México, siendo el Señorío Quiché, el primero que invadieron y conquistaron.
Los mayas de este lugar se levantaron en armas por no estar de acuerdo con los tributos que los españoles les pedían, obligando a los conquistadores a buscar un nuevo lugar para la ciudad. En 1527, Jorge de Alvarado asentó una nueva ciudad en el Valle de Almolonga, a los pies del Volcán de Agua, llamándola “Santiago de Guatemala”. Este emplazamiento duró poco porque a los 15 años se produjo un desprendimiento que sepultó gran parte de la ciudad. Hubo que buscar otro lugar que resultó ser el Valle de Panchoy, donde hoy está la ciudad llamada Antigua Guatemala o simplemente La Antigua.
Qué ver en La Antigua
Hay que dejarse llevar por las empedradas calles de La Antigua, retroceder en el tiempo, adentrar la mirada en los patios allí donde haya una puerta abierta. Muchos de ellos ahora son colegios, hoteles, restaurantes, oficinas o tiendas.
Por ello, callejear es una de las mejores actividades que se pueden hacer en La Antigua, así como curiosear en los antiguos monasterios, conventos o iglesias.
Arco de Santa Catalina
Seguramente sea la imagen más conocida de La Antigua. Este arco se construyó en el siglo XVII para que las monjas del convento de Santa Catalina Mártir transitaran por él sin ser vistas, ya que tenían votos de reclusión. Este puente se construyó al denegarles el solar que tenían frente al convento. Muy cerca y en la misma calle está el restaurante El sabor del Tiempo, un lugar con mucho encanto, con 100 años de antigüedad, el antiguo almacén Troccoli.

Convento Santo Domingo
Este convento ahora es un hotel de cinco estrellas, todos los espacios están muy bien cuidados, hay una zona arqueológica previo pago. Se restauró hace 30 años y es un buen ejemplo de cómo la ciudad ha cobrado una nueva vida tras el terremoto de 1773.
El agua de las fuentes y las plantas hace muy agradable su recorrido, donde se van encontrando antigüedades.
Catedral
Entrar en las ruinas de la Catedral de La Antigua es sentir los estragos que el terremoto de 1773 produjo en los edificios de la ciudad. Se recorre entre techos derrumbados, paredes incompletas, alguna columna caída, todo hace formarse una idea de la magnitud del seísmo.
La desnudez del templo nos transmitió su esencia mejor que estando lleno: esplendor y decadencia, soberbia y humildad. La música que acompañaba la visita ayudaba. La entrada nos costó 20 quetzales por persona.

Plaza del Parque Central Antigua
El Parque Central es una plaza grande y preciosa donde destaca la fachada de la Catedral y el Palacio del Noble Ayuntamiento. Hay que subir a su terraza para disfrutar de la vista de la plaza con el Volcán de Agua detrás.

Parque Tanque de la Unión
Es otra plaza céntrica en la que suele haber gente descansando en el césped. En ella están los antiguos lavaderos. En el otro extremo está el Hospital del Hermano Pedro.

Convento de las Capuchinas
Este convento no fue tan dañado por el terremoto de 1773, pero las monjas lo abandonaron. La entrada vale 40 quetzales por persona. Se fundó en el siglo XVI, con cinco monjas del convento de Madrid.
Se ve el claustro, lavadero, iglesia, hay una exposición y dos maquetas esclarecedoras de cómo fueron las plazas de Antigua y de Ciudad de Guatemala. Nos pareció que mereció la pena la visita.

Cerro de la Cruz
Para tener una vista general de La Antigua hay que subir al Cerro de la Cruz, es muy fácil y no se tarda más de 30 minutos desde el centro. Nosotros fuimos desde el Hotel Santo Domingo, desde él se llega muy fácilmente. Cuando se deja la calle empiezan las gradas, está muy bien marcado; contamos 260 gradas, y se va subiendo sin mucho esfuerzo, además nos fuimos deteniendo en regar algún arbolito recién plantado que pedía agua mediante un cartel.
Desde el Cerro de la Cruz las vistas que se tienen de La Antigua son totales, se aprecia la ciudad con la presencia del Volcán de Agua enfrente. También se ven los otros volcanes, el de Fuego y Acatenango. Es conveniente no ir más tarde de las 6 pm. Arriba del todo hay algún puesto de bebida.

Museo de Arte Colonial
Este edificio fue la Universidad de San Carlos de Guatemala entre los años 1676 y 1777, la universidad pública mayor del país. Este recinto de La Antigua hoy en día alberga numerosas obras de arte.
Iglesias de La Antigua
Paseando por La Antigua nos encontramos con más iglesias, algunas en pie como San Agustín, La Merced y San Francisco, esta última también tiene una parte destruida; o totalmente en ruinas como el Convento de San Jerónimo.

Compras en La Antigua
Callejeando por La Antigua se pueden encontrar tiendas con artesanía; pero, al lado del Arco de Santa Catalina, está el Centro de Textiles Tradicionales Nim Po’t, grande y había de todo un poco. También comprobamos que el mercado de Chichicastenango era más barato.
Centro CIRMA
Este Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica está en una casona colonial y se puede visitar el patio teniendo el Volcán de Agua como fondo. Se fundó en 1978, tiene carácter educativo, científico, académico y cultural, es ajeno a la actividad política y religiosa. Se puede consultar su biblioteca de CCSS Centroamericanas.

Cuando estuvimos había una exposición de fotografía sobre los movimientos migratorios de 10000 personas en 2018, tema de intensa actualidad en ese momento por las caravanas de personas que estaban huyendo de la de la violencia y la pobreza hacia EEUU. Muy impactante, por eso guardé las referencias de los fotógrafos/as.
Esteban Biba (@estebanbiba) • Fotos y videos de Instagram Guatemala, 1988
Oliver de Ros (@oliverderos) • Fotos y videos de Instagram Barcelona, 1988
Simone Dalmasso (@s.dalmasso) • Fotos y videos de Instagram Italia,1979
Morena Joachin (@wmorena) • Fotos y videos de Instagram Guatemala, 1984
Volcán Pacaya
Desde La Antigua hicimos un tour al volcán Pacaya, elegimos la agencia Rodasa Travel en 6a Avenida Norte, 90 quetzales por persona, solo por el transporte pues una vez en el lugar hubo que pagar 50 quetzales cada uno para la entrada.
El volcán está a una hora y cuarto de La Antigua, el camino se hace entretenido. Una vez llegamos había niños que alquilaban bastones para que la caminata a la cima se hiciera más llevadera, incluso se puede subir a caballo, si las fuerzas fallan.
Subimos andando viendo el paisaje y parando de vez en cuando para escuchar al guía que acompañaba; tenemos un grato recuerdo del guía que nos acompañó, alguien que vive en la zona desde siempre.

Un vez arriba, frente al volcán Pacaya, vimos cómo rodaba la lava. Bajamos hasta la falda del volcán donde las chimeneas del suelo de lava desprenden calor y se puede cocinar. Como demostración nuestro guía nos calentó unos marshmallow, «jamones dulces» que decimos nosotros. Para terminar vimos un atardecer antes de volver.
Alojamiento
Casa Girasol, muy cerca del centro. Consta de unas pocas habitaciones, una amplia y acogedora cocina-comedor. Muy limpio todo, destacamos también la amabilidad de la mujer que nos venía a hacer el desayuno chapín, huevos revueltos, frijoles y plátano frito. Con ella charlábamos sobre Guatemala. Muy bueno todo. Desde su terraza se veían los tres volcanes, de Agua, Acatenango y Fuego, este último activo.
Dónde comer en La Antigua
Hay muchísimos lugares donde comer:
- Angie Angie: muy cerca de nuestro alojamiento en Casa Girasol, especialidad en sabrosas pizzas con música en directo.
- La Luna de Miel: una crepería que nos gustó por la comida y su terraza, al lado de la iglesia de la Merced.
- San Martín: esta variada y apetecible panadería-pastelería no hay que perdérsela, está en 6a Poniente; dentro tiene un patio donde se puede comer.